Rosibel Cristina González
Las muertes por siniestros viales representan un número elevado en las estadísticas de los tres últimos años, refieren fuentes extraoficiales del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses de Bello Monte. Motorizados y parrilleros encabezan la lista, seguido de personas arrolladas y, por último, el volcamiento de vehículos particulares o de autobuses en carreteras.
En estas tres últimas categorías, las lesiones más frecuentes son en los hombros, brazos, manos, fracturas en las vértebras, torceduras, esguinces, y daño en la médula espinal.
En el caso de los motorizados y / o parrilleros, la casusa de muerte se da mayormente por fractura craneoencefálica y fractura de tórax cerrada, refieren patólogos del organismo forense de Bello Monte.
Norys Celis es paramédico por más de veinte años, también instructora en la Fundación Venemergencia. Con un diplomado en el área emitido por la Universidad Simón Bolívar, Celis imparte cursos en todo el país, en materia preventiva y del cómo actuar si se está cerca de un siniestro vial.
A juicio de Celis, “los accidentes en moto se han convertido en un tema de salud pública, ya que los involucran una estadística muy alta y alto porcentaje de traumas graves”.
Explica Celis que los traumas no letales son lesiones en extremidades que pueden variar desde inmovilizaciones por 21 días o, múltiples intervenciones quirúrgicas que pueden durar meses y terminar en discapacidad.
“Otro caso son los traumatismos cráneo encefálicos , porque necesitan de entrada una tomografía axial computarizada que no hay en centros públicos”, agrega la paramédico.
Entre sus observaciones destaca con preocupación sobre las personas comunes, transeúntes testigos directos de los accidentes, donde sea que se registren.
Explica en sus clases de formación, refiere que en su afán de ayudar al lesionado en el pavimento, recomienda cosas que no son convenientes en la ocasión.
“Las personas comunes que no están preparadas para una emergencia , que no son personal de emergencia , no tienen una guía para actuar en primeros auxilios , no saben evaluar la escena, evaluar al lesionado para saber si algo es grave , o es de menor daño”.
Celis insiste en que deben esperar al personal capacitado, en este caso al grupo de paramédicos, y lo más importante aún, no mover a la o las personas lesionadas.
Cuando el paramédico llega a la escena del siniestro, brinda con inmediatez una atención pre hospitalaria a nivel de primeros auxilios como el control de la hemorragia masiva “ y a veces si tienen lesiones en extremidades que van contra el reloj”, asegura Celis.
Pero lo más importante aún es que, si el motorizado o el parrillero quedan con sus cascos en la cabeza, insiste en que no deben quitárselos.
“El casco realmente debería ser retirado por un personal que tenga la capacitación; no personas que no están entrenadas en primeros auxilios, pues pueden cometer errores en la evaluación inicial. Un paramédico evalúa si la persona respira o no respira; si responde o no responde “, entre otras cosas, puntualiza Celis.
Datos
Según datos de la National Highway Traffic Safety Administration (NHTS), las muertes de motociclistas ocurren aproximadamente 28 veces más frecuentemente que las muertes en otros vehículos.
Las estadísticas muestran que los cascos son efectivos para prevenir la muerte en casi un 37% y reducen el riesgo de lesiones en la cabeza en un 69%.